A modo de Prólogo
Hoy puede aparecer como intrascendente.
Habrá. Por qué no? Quien lo tome como un cuento de los que nosotros, cuando chicos, leímos muchas veces despertando el siglo.
La primera guerra tocaba su fin. Muy lejos de esa Guerra entre los ocupantes del 5 año B del Colegio La Salle, la amistad tejía su trama con muchachos que sin proponérselo, estaban echando las bases de un club.
El club es este Hindú que acaba de cumplir los primeros 70 años de vida. Sin que entre los muchachos que se apoyo su nacimiento y consolidación, jamás se pronunciara una sola palabra de más. Ni siquiera una palabra más alta que la otra.
Hoy, los que quedamos de aquellos que nos propusimos no olvidar nunca y los descendientes de los que se marcharon antes -una manera de seguir estando todos- nos mostramos en este repaso iniciando una conversación fantástica con los más jóvenes socios del Hindú.
Para que sepan que Hindú se hizo sobre la base del amor. Del compañerismo. De ideas juveniles.
Tratando de armonizar esa vida de Buenoss Aires de 1919 y esta tan febril y preocupada, tan nerviosa y competitiva de hoy, que puede tener como la de antes, un minuto para echar una mirada y conocer una trayectoria ejemplar que como la juvenilia de todos los tiempos también tuvo su recreo de desenfado, picaresca y la torpeza que enriquecen las juventudes de todo el mundo y siempre.
Todavía nos queda a nosotros -los mayores- una cuota de ese desenfado travieso para iniciarlo a la lectura de la vida, pasión y crecimiento del Hindú.
Conservamos el mismo orgullo que nos empujó al principio para hacer la obra que es de todos, para nuestra conciencia digna. Y alienta en nosotros, el respeto que fue nuestro escudo para crecer y ser mejores, cada vez mejores, sin soberbia.
Tome. Lea. Mire. Esto es Hindú...
Pancho Borgonovo